CASA DE LA ABUELA ROSA
Construida en la década de 1920 por mis bisabuelos, la propiedad que hoy conocemos ha ido creciendo con el paso de los años y la llegada de nuevas generaciones.
De la fábrica de cerámica de mi abuelo Artur salieron ladrillos y tejas que aún hoy decoran algunas casas y techos. En toda la propiedad encontramos elementos de madera, el material noble que también fue la base del sustento de la familia.
En los jardines nos sorprenden los aromas de frutas y flores que tanto le gustaban a mi abuela Rosa. Aquí encuentro los olores y sonidos de la infancia, que marcaron mis vacaciones y me hicieron retroceder en el tiempo.
Fue con estos vívidos recuerdos que, en 2017, dejé atrás la ciudad y el mar y, junto con mi familia y amigos, comencé un una de las ideas más locas y emprendedoras de mi vida. Atrás quedó también el ajetreo de las redacciones, donde fui periodista durante 25 años, para dedicarme a un proyecto innovador de turismo sostenible.
Aquí damos vida a un espacio que es mucho más que un Alojamiento Local.
Es un espacio para compartir, donde conservamos y compartimos los recuerdos, la arquitectura, los sabores y las historias del pueblo. Del alma Ribatejo.
Rita Montez